jueves, 25 de abril de 2013

Forbrydelsen

¿Alguien más ha visto esta serie? ¿A alguien más le parece de pánico cómo llevan las cosas en Dinamarca?
Me refiero si la serie es un reflejo de cómo es la cosa. Por ejemplo, The Wire es un retrato bastante fiel de cómo son las cosas en una típica ciudad americana... ¿Pero así es como se las cuecen en Copenhague? ¿Policías desarmados entrando de noche sin linterna en almacenes abandonados donde puede haber sospechosos peligrosos? ¿Arrestando a gente por matar disparando un arma sin hacer la prueba de la pólvora en ropa o piel (por lo menos para no acusar con inquina)? ¿Deteniendo a diestra y siniestra a políticos sin pruebas de peso (al revés que en España, donde con pruebas tardan 9 años en juzgarte, para que luego te caigan 12 meses, sin prisión)?


Me he acabado la primera temporada y, la verdad, BUUUUFFFFFFF!!!!

Igual estamos muy acostumbrados a las series americanas, no sé. En fin...

jueves, 18 de abril de 2013

Montaraces del Norte 2x11

Tocaba un tranquilo retiro en Daembar.

Todos se ocuparon con diferentes tareas: Thorongil diseñó una empalizada y comenzó a trabajar en ella; Kargor se ocupó de los niños del poblado, haciendo las veces de maestro. Por su parte Díndae, en su línea, dejó el pueblo y visitó Annúminas, donde halló restos del paso de algún orco perdido. Pero lo que más le llamó la atención fueron huellas de hombres, huellas que entraban y salían de la ciudad.

Al cabo de un mes, cercana la boda del señor Arathorn con Gilraen la Bella, los tres amigos se reunieron y pusieron rumbo a Bree para sorprender a todos con unos barriles de vino y de la mejor cerveza al este de la Comarca. Se encontraron a unos hombres de Bree cerca del puente del Brandivino con dificultades en su carromato, pero no quisieron ayuda y los montaraces siguieron camino.

En el póney pisador no fueron muy bien recibidos (no les alquilaron habitación y la comida que les pusieron era fría... mientras los demás clientes devoraban un estofado con pinta de delicioso). Pero lo que de verdad les sorprendió fue una vocecilla que los saludaba alegremente: ¡Holfut Tuk en persona! Hablaron de la creciente desconfianza de Bree, y el hobbit los invitó a su casa, sobre la colina del pueblo.

Allí pasaron una tarde alegre y despreocupada junto a Holfut y su mujer, Margarita, y su hijo  de 9 años Holfast. Pensaron para sí y se miraron: desde que Beren los había acogido en su casa del Ángulo en Rhudaur, en 2912, ningún amigo los había invitado a su hogar. Rieron y charlaron hasta bien entrada la noche, entre asado, brandy y cafés, y no faltaron tés, galletas, tartaletas o bizcochos. La señora Margarita era una excelente cocinera y su marido un excelente anfitrión.

A la mañana siguiente bajaron hasta la feria de primavera, muy recomendada por Holfut, ya que allí se vendía de todo: fruta, verdura, artesanía, todo tipo de panes, bebidas variadas. Incluso vieron ciertos objetos que les llamaron mucho la atención. Kargor reconoció en un puesto a uno de los que llevaban el carro cerca del Brandivino. En su tienda vendía objetos entre los que reconoció la factura dúnadan. Preguntando de dónde habían sacado aquéllo, el hombre sólo respondió que todo era legal, aunque sus ojos no lo dejaban claro. 

Al reunirse, Díndae comentó que quizás había gente expoliando los lugares ancestrales de los dúnedain (de ahí las huellas en Annúminas). Decidieron volver a Daembar, pero vigilando un par de días a los comerciantes. Al ver que no se movían, retornaron a su poblado. 
La boda de Arathorn con Gilraen fue, sobre todo, hermosa. No había grandes galas, ni muchos invitados. Comenzó al amanecer, y acabó al anochecer, con los desposados jurando fidelidad mirando al Oeste, a la Númenor que era, a la que fue. A la que es.

viernes, 5 de abril de 2013

Carrusel Bloguero: Ambientaciones para empezar a jugar

Bajo el convite de Beelzenef desde su blog de Los Put-Frutas llega una nueva tanda del Carrusel Bloguero, esta vez con el tema de Ambientaciones para empezar a jugar.

Creo que es un tema muy complejo, porque habría que enmarcarlo en una época concreta. No fue lo mismo para los que empezamos en los años ochenta que para los que empezarán ahora a jugar.
Mi primer grupo tenía suficiente con unas hojas de libreta, varios d6 y un folio en blanco con un pueblo en el medio: bienvenidos a Sandboxia, tierra de hexágonos en blanco.
Ahora con mis sobrinos, los Cuatro Secuaces de la Malignidad, procuro no entrar por el mismo lado. Ellos tienen medios para llegar a la diversión con los que nosotros no soñábamos. ¿Os imagináis coger una PSP o una Wii y plantarla en los ochenta? Cuando juego con ellos procuro entrarles por cosas que les gusten, y plantar en ellos algo que arraigue. No puedo pensar a largo plazo: ellos quieren pasárselo bien, matar ya, conquistar ya, saquear ya. El espíritu de aventura crece más despacio ya que los juegos de consola les han enseñado a que lo importante no es ver qué hay en el hexágono siguiente, o sacar información al siguiente Pnj, si no matar lo que haya tras la siguiente puerta.
La verdad es que a lo primero que jugué con ellos, de forma reglada y seria, fue al Heroquest. Era un Heroquest roleado, claro, pero entendieron perfectamente el quid del asunto. Mataban un fimir y "le meto una patada en el culo al bicho asqueroso ese"; encontraban un tesoro y "repartimos 50 monedas para mí, 50 para ti"; el bárbaro encontraba un bastón y "se lo doy al mago, que es mi amigo"; y todos saltaban y chocaban sus manos cuando veían caer a aquella Gárgola de 10 puntos de vida que gobernaba aquella mazmorra. 

Ahora están muy interesados (sobre todo los dos mayores) uno en el universo de Warhammer 40k y otro en el de Star Wars. Es decir, futurista. Pues al ataque con Cruzada Estelar (al que ya jugaron de pequeños varias veces) y con el juego de miniaturas D20 de Star Wars. Pero roleando, claro.

En varias ocasiones los retiré del tablero, para que imaginaran sin ver, para que miraran con su imaginación. Y funcionó, y ahora querrían jugar más a menudo "a rol", pero la ESO impide que nos veamos con más frecuencia. Jugamos varias veces a La Marca del Este, y ahora empezamos una de Star Wars d6. Probamos también Dragon Age, pero no los veía sueltos. Y estoy preparando algo con el sistema Hitos, que creo que es fácil de visualizar.

Esto con mis Secuaces pero, ¿y un adulto? A mi mujer la conocí empezando una partida de Runequest con un amigo común como máster (un gran máster, ojo). Se aburrió un poco y, con el tiempo, le acabó pillando manía al medieval fantástico. Semanas después me tocaba a mí empezar una crónica de Vampiro: La Mascarada y ella quiso probar por ver de qué iba. Catorce años después me sigue pidiendo partidas de Vampiro... 

¿Por qué? Lo que voy a decir es un poco sexista, pero creo que Vampiro es un juego especialmente indicado para chicas. Conozco a un buen lote de roleras que empezaron a jugar a rol con Vampiro, sobre todo en la universidad. Luego probaron otras cosas, pero Vampiro quedó grabado a fuego en ellas. Incluso conozco algunas que nunca juegan a rol, pero si les dices de jugar a Vampiro, juegan. A mi mujer excuso preguntarle por el sistema de juego ("se tiraban dados de diez, ¿no?") porque no le interesa: el ambiente era lo importante, y creó en ella a una aficionada a los juegos de rol. Quizá no una fanática, pero sí una aficionada. Ahora ha probado lo menos 20 juegos de rol distintos, pero Vampiro sigue siendo su favorito. El motivo de que guste tanto a las chicas no lo sé, pero es algo a tener en cuenta si te toca una mesa con mayoría femenina.

Pero supongo que la pregunta que me hago finalmente es: si me pidieran acudir a unos encuentros de rol a dirigir una partida para gente que nunca ha jugado (novatos, curiosos, padres de chavales que quieran saber de qué va esto, por ejemplo) ¿qué juego elegiría?

Bufff, vaya auto-pregunta. Es más dura de lo que parece, ya que nunca hay una segunda oportunidad para una primera buena impresión. 

Supongo que elegiría un escenario fácil de visualizar: el mundo real (o casi real).
Supongo que elegiría algo que sea fácil de entender: la investigación típica de las series de policía.
Supongo que introduciría algún factor que llame la atención: criaturas sobrenaturales o magia extraña fuera del alcance de los Pjs.
Supongo, además, que elegiría un sistema fácil de asimilar y que no alargue ni complique las escenas más de la cuenta.

Supongo que elegiría Esoterroristas. Combina lo mejor de una serie típica CSI con rasgos de terror-ficción, sectarios y entidades sobrenaturales. Las tiradas de dados no son excesivamente determinantes para el desarrollo de la sesión y, además, el entorno es fácilmente asimilable: hay ordenadores, los móviles se quedan sin cobertura, los coches tienen el acelerador a la derecha y las balas lo matan todo (o casi todo). 
Además, los Pjs son los buenos, y deben impedir que los malos hagan maldades. Blanco y en botella.


Esoterroristas tiene lugar en un mundo en el que todo lo que conozco existe (y algunas cosas que no conozco), con un sistema rápido y fluido que implica pensar (los juegos de pensar siempre tienen buena prensa) y donde que no te maten muchas veces prevalece sobre el hecho de ir matando a todo el mundo.

En fin, al final la elección está muy condicionada y siempre depende de cómo y cuánto conoces a los jugadores con los que te vas a encontrar, pero he aquí mi opinión, personal e intransferible.
Un saludo.